Elden Ring, es un juego que no necesita presentaciones, un juego al que miles de jugadores están deseando hincarle el diente. Con el equipo de FromSoftware y Bandai Namco, tras esta producción se han agolpado una auténtica legión de fans que esperaban con ansías la llegada de lo último de Hidetaka Miyazaki. El creativo japonés en el cual se ha respaldado la saga souls y otras grandes obras como Sekiro o Bloodborne, vuelve a la carga con su obra más ambiciosa. Y es que, por primera vez el nipón da el salto al mundo abierto en una de sus producciones.
Esto es posiblemente el punto más novedoso de este nuevo título. Las posibilidades que teníamos en otros juegos, en Elden Ring parecen multiplicarse por momentos. En las horas que he podido disfrutar de su beta, he podido quedarme con muchos detalles que me han sorprendido para bien. Debo ser sincero, el mundo abierto es un aspecto que en muchas ocasiones me genera temor, y con Elden Ring, tuve dudas de si el equipo sería capaz de transmitir ese encanto único que generan sus escenarios a un mapa de mayores dimensiones. No debéis preocuparos, he sido un insensato al dudar de FromSoftware. El equipo lo ha vuelto a conseguir.
Un mundo en el que perderse
Como ya digo, la principal novedad de esta aventura reside principalmente en su mundo abierto, En lo demás no he encontrado grandes novedades como tal, es decir, su sistema de combate es prácticamente idéntico a lo que ya conocíamos de Dark Souls y Sekiro. De hecho, con respecto a este último, he encontrado alguna que otra mecánica muy familiar a modo de contraataque. De igual forma, contamos con un mayor protagonismo de ataques mágicos, ya sean los clásicos o las nuevas cenizas de guerra de las cuales hablaremos más adelante.
Una vez que seleccionamos a nuestro personaje (todas las clases fieles a lo visto en la saga souls) comenzamos con un breve tutorial y nos lanzamos a la aventura. Y esta vez, esta sensación de aventura está más presente que nunca. El mundo que se abre ante nosotros es sin duda magnífico. A mi parecer, el equipo ha vuelto a recrear sensaciones que no tenía desde la primera entrega. En esta ocasión, el jugador está perdido, y esto, para mi no es algo negativo, sino que es la principal virtud del juego. Vernos solos ante la inmensidad de su mundo es una sensación fantástica. Descubrir caminos, explorar mazmorras o derrotar a sus minijefes ha sido todo un placer. Cada rincón del mapa tiene la sensación de que oculta algo.
Sin duda, Elden Ring es en cierto modo un reencuentro con las raíces más puras de la saga. Aquí tendremos que explorar y crear nuestros propios caminos, atendiendo siempre a una serie de peligros que son marca de la casa y que siguen presente. Y es que, no debemos confundirnos, Elden Ring sigue sin ser un juego sencillo. Si bien es cierto que en estos primeros compases me ha parecido más accesible que otros juegos de FromSoftware.
Así pues, todo este mundo viene acompañado del arte tan característico del equipo. Un arte que a pesar de ser marca de la casa no deja de sorprender y que en estos nuevos mapeados brilla con luz propia. La decadencia, las criaturas sacadas de mundos de pesadilla siguen estando presentes.
Álzate Sinluz
Por otro lado, la historia del juego cuenta con algunas pistas en esta beta, aunque no aquí no queremos mencionar nada sobre la misma. Lo único que diremos es que en esta ocasión encarnaremos a un sinluz, y como tal tendremos una misión que realizar, que como viene siendo costumbre en la saga nos llevará por un camino lleno de altibajos donde tendremos que hacer frente a unos jefes que no nos pondrán las cosas nada fáciles.
Durante nuestro camino, tendremos la oportunidad de invocar a otros jugadores para que nos acompañen en nuestras travesías. El equipo nipón se resiste a cambiar su modalidad multijugador, por lo que para poder jugar en compañía tendremos que seguir empleando ítems del juego para así poner una señal y que otro jugador nos invoque, o bien invadir a otros jugadores. No obstante, si se ha realizado algunos ajustes para que en ciertas zonas sea más sencillo invocar a otros jugadores, como por ejemplo en las entradas de las mazmorras. Por lo demás el juego mantiene el esquema clásico tan conocido por parte de los fans.
Otro de los detalles que hemos podido testar en esta beta han sido las cenizas de guerra. Unas habilidades muy poderosas que podremos engarzar a nuestras armas o escudos y que cuentan con una utilidad brutal. Estas cenizas podremos encontrarlas en muchas zonas del mapa como pueden ser las citadas mazmorras. Es por ello que la exploración será fundamental para que nuestra travesía no se convierta en una misión demasiado tortuosa. Además de esto, la recogida de materiales por el mapeador resulta ser una práctica muy útil y que nos permitirá crear todo tipo de objetos para afrontar los diferentes escenarios.
Elden Ring nos invita a jugar a nuestra manera
Más allá de la exploración y la firma del equipo, Elden Ring parece que quiere cambiar ciertas cosas dentro de la saga souls. Para ello, el juego dota al jugador de un montón de posibilidades jugables que van mucho más allá de lo que habíamos visto en los títulos del estudio. Muchos combates podrán ser abordados de múltiples formas. Así pues, no sólo podremos limitarnos al combate clásico, también podremos utilizar nuestra montura para combatir, algo que en ocasiones será esencial, como hemos atisbado en el combate contra el dragón de esta misma beta. También podemos realizar invocaciones de espíritus para que nos ayuden en combate, pedir ayuda a otros jugadores, utilizar cenizas de guerra o magias. Como vemos, tenemos muchas más fórmulas que antaño.
La primera toma de contacto con Elden Ring no ha podido ser más positiva, aun es pronto para sacar conclusiones de los que nos depara la nueva aventura de FromSoftware, pero por ahora el único punto negativo que he encontrado es tener que esperar hasta febrero.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.
